Por Aldo COSTILLA ROJAS
CHOLULA.- Pasó lo impensable: Morena perdió en San Pedro Cholula, San Andrés Cholula y Puebla. También perdió diputaciones locales y federales y los distritos 10 y 18 de los congresos federal y local respectivamente. La zona que en 2018 se pintó de los colores del movimiento encabezado por el Presidente López Obrador, cambió a un azul intenso. En San Pedro Cholula las razones más claras de este contundente cambio obedecen a la desastrosa administración de Arriaga, quien en ningún momento pudo identificarse con los valores y principios que los electores estiman y apoyan de la 4T. La alta participación electoral refleja la voluntad del pueblo de un cambio. En cualquier proceso electoral la participación electoral está condicionada por el interés del cambio o la continuidad.
Un factor que contribuyó al triunfo dentista y que es poco tratado por la mínima y casi inexistente clase académica y estudiosa de Cholula es la tesis que sostiene que en el municipio nadie llega a la presidencia si no tiene el respaldo de las familias. Revisando los datos sobre la pasada elección de ayuntamiento dilucidamos que el candidato Lorenzini tuvo un apoyo importante en los pueblos, sin embargo el talón de Aquiles fue la zona de los fraccionamientos en Momoxpan, La Carcaña y la cabecera municipal. Aún más allá de esto, el ex diputado no tuvo el visto bueno de los patriarcas de las familias y no pudo conseguir un acuerdo que lo catapultara a la silla presidencial.
No así la actual Presidente que sí consiguió un acuerdo e incluso integró a su equipo de campaña y ahora a su gabinete a personajes de las familias del municipio. Su buena estrategia electoral, las condiciones sociopolíticas y el visto bueno de los patriarcas permitieron el arribo de la panista a máximo cargo político en San Pedro Cholula.
La elección es digna de un estudio de caso para comprender la dinámica política del municipio. Tal vez el fenómeno de las familias es un eco de la época prehispánica cuando los nobles tomaban las decisiones sobre el destino del imperio mexica. En su justa proporción, los ecos del pasado seguirían presentes.
Durante la Colonia ocurría algo parecido, las castas conducían los destinos del territorio y la sociedad y desde la perspectiva histórica, la burguesía y la unión en matrimonio entre los hijos de los industriales permitían la continuidad y el crecimiento de sus abundantes rentas. Es lo que el marxismo llama “consciencia de clase”, cualidad más bien apreciada entre los acaudalados que buscan blindar sus relaciones y patrimonio mientras que el proletariado apenas enfoca sus esfuerzos para la supervivencia.
En fin, en San Pedro Cholula el 2021 dio grandes sorpresas, entre ellas cambios políticos, lamentables y dolorosas pérdidas pero muchas oportunidades.
Agradezco a los lectores su generosidad, por atender mis líneas y permitir la reflexión y la crítica que modestamente hace su servidor. Feliz años 2022 y larga vida al Quetzal.
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